Riojarchivo

 

Título: El Picuezo, la Picueza y la Harinosa
Clasificación: Leyendas
Localidad: Autol
Informante: Eleuteria Hernández Calvo (10-12-1928)
Recopilador: Javier Asensio García
Lugar y fecha de recogida: Autol, 11 de febrero de 2001

 
Una mujer de Autol iba con su hijo al campo a llevarle la comida a su marido metida en una cesta, algo habitual en la España agrícola. En el camino se les apareció la Virgen quien le preguntó a la mujer qué llevaba en la cesta. Su respuesta fue insolente: llevo piedras. En piedras se quedaron convertidos la madre y el hijo y el trozo de pan –la harinosa– que llevaba. Es la leyenda que explica el origen de ese capricho geológico que son El Picuezo, La Picueza y La Harinosa.

Circulan otras versiones similares de la misma leyenda. Ismael del Pan publicó en el año 1950 la conseja de que fue San Pedro quien andaba por España predicando el evangelio cuando llegó con hambre a Autol.

«Así, en Autol, la contemplación de la forma fantástica de una de esas rocas, llamada La Harinosa o El Hogazo por los del pueblo, debido a que tiene forma discoidal y deprimida, como la de los panes de dos kilos, hizo nacer la siguiente leyenda: ‘Cuando San Pedro andaba por el mundo y por España, parece que debió estar en Autol. Sintió hambre, y al ver pasar por su lado una mujer con un pan grande, bajo el brazo, pidióle el santo un pedazo de pan con que calmar su necesidad. Y habiéndose negado la mujer a socorrerle, quedó convertida en piedra, con el pan que llevaba, sirviendo así de ejemplaridad para las generaciones venideras’. Esta curiosa forma de erosión, que dio origen a tan fantástica leyenda, se halla junto a otras dos figuras antropomorfas, que se conocen con los nombres de El Picuezo y La Picueza.»

(Ismael del Pan, «De la cuenca del Iregua al valle del Ebro, entre Logroño y Calahorra. Notas geológicas, geográficas y folklóricas» en Berceo, revista del IER, tomo V, nº 14, Logroño, 1950, página 89).

A principios del siglo XX un fotógrafo alemán que recorría España para recoger lo más vistoso y pintoresco de nuestro país visitó Autol y dejó plasmadas para la posteridad las curiosas formaciones rocosas del Picuezo y la Picueza y del castillo.

Bibliografía:

  • Alfredo Gil del Río, Historia y antiguas leyendas de La Rioja. Enigmas de una región, Ibercaja, Zaragoza, 1977.
  • Luis Vicente Elías Pastor, Leyendas riojanas, Everest, León, 1990.
  • Kurt Hielscher, La España incógnita. Arquitectura, paisajes, vida popular, Espasa-Calpe S.A., Madrid, 1921.