Título: El pobre no reparte el presente de la matanza III |
«Antes en los pueblos cuando mataba uno le daba a los vecinos morcilla o pellejo o chorizo o algo; y a aquel no le daba nadie con que [un año que él hizo matanza] cogió un palo lleno de morcillas e iba a la calle:
–¡Fulano!
–¡Eh!
–¿Le diste morcilla a Melero?
–No.
–¡Adelante con el horgunero!
Otra:
–¡Fulano!
–¡Que!
–¿Le diste morcilla a Melero?
–No.
–¡Adelante con el horgunero!
Y no le dio a ninguno, ¡como a él no le habían dado!»
En los tiempos de matanza era costumbre tener un detalle con el vecindario, se repartía un pequeño presente. Esta costumbre era correspondida. El problema fue que a un hombre de pocos recursos que no alcanzaba a matar un cerdo no solían darle nada. Un año que le fue bien, mató un cerdo y salió a cumplir con el rito del presente. Colgó del hurgunero de la panadería varias morcillas e iba por el pueblo preguntando:
–¿Le diste morcilla a Melero?
–No.
–Pues adelante con el horgunero.
Y de este modo llegó a casa con todas las morcillas que había sacado para repartir.
Glorsario:
Hulgunero, horgunero: Instrumento de hierro para remover y atizar la lumbre. El informante se refiere a las palas largas de hierro con las que removían la leña en el horno de la panadería.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.