Título: El quintado V |
–¿Qué te pasa, soldadito, que tanta tristeza llevas
si te marea la mar o el humo de la caldera?
–No me marea la mar ni el humo de la caldera
que yo cuando me casé Franco me mandó a la guerra.
–¡Qué guapa que es tu mujer que tanto te acuerdas de ella!
–Mi mujer es la más guapa que hay en tierra aragonesa–.
Un retrato que llevaba se lo enseñó que lo vieran.
–Coge tu caballo blanco y marcha para tu tierra
que por un soldado menos Franco no pierde la guerra–.
Era la una (d)e la mañana cuando llaman en la puerta.
–Mi puerta no se abre a nadie mi marido está en la guerra
lo primero que me dijo que mi puerta yo no abriera.
–Ábreme la puerta, cielo, ábreme la puerta, reina
que por tu cara bonita me has librado de la guerra–.
Y allá fueron los abrazos y allá fueron los suspiros
y aquí termina la historia de un matrimonio querido.
Curiosa versión de este viejo romance, muy actualizada; no ya solo por la mención del retrato de la novia que el soldado le enseña a su capitán y con el que se libra de la guerra, sino la alusión a Franco, como si lo narrado hubiera ocurrido durante la guerra civil española.
Juana Miranda Amestoy, natural de El Villar de Álava, se casó en Rincón de Soto y aprendió las canciones y romances que se prodigaban en esta localidad.
Publicado en:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.