Riojarchivo

 

Título: El terremoto del año 1929
Clasificación: Testimonios vitales
Localidad: Muro de Aguas
Informante: Luisa Cabello Rodríguez (18-2-1910)
Recopilador: Javier Asensio García
Lugar y fecha de recogida: Logroño, 11 de septiembre de 2007

 
El día que Luisa cumplía dieciocho años sus amigas le regalaron a modo de broma y con mucha complicidad femenina un sobre con tres trocitos de calabaza para que las repartiera entre los chicos que a partir de entonces la pretendieran. Ese mismo día el suelo se sacudió por un terremoto que sacó a todos los vecinos de casa. Luisa lo recordaba con todo detalle, al cabo de los años sus palabras son un buen testimonio de aquel momento de pánico vivido en el pueblo.

«Sin duda en la localidad donde con mayor intensidad se sintieron los efectos fue en el pueblo de Muro de Aguas.
Parte de la casa de Salvador Pérez se derrumbó y también se hundió en unos quince metros de longitud la calle del Cantón en que manaba agua en tal cantidad que anegó los corrales de los vecinos Gabriel Tomás y Florentino Martínez. Se hundieron los pajares de los vecinos Agapito Rodríguez, Nunilo Pérez y Rita Cabello; se abrieron grandes grietas en varias calles, en los muros de la iglesia y de la torre y se desprendió la porción final de ésta.
En todo el pueblo no quedaron tres chimeneas en pie y en la iglesia cayeron al suelo las imágenes del altar mayor.
Hubo heridos, aunque por fortuna leves: Pilar Marín Pérez, con una lesión en la cabeza; Saturnina Ramos, con una herida leve en la muñeca derecha por golpe de un ladrillo caído de una de las muchas chimeneas que se derrumbaron.
Lo que produjo más alarma fue lo que ocurrió en la fuente pública: los doce caños se abrieron para dejar pasar a una enorme cantidad de agua turbia y con fortísimo olor a gas sulfuroso».

(Felipe Abad León, La ruta del Cidacos, Ed. Ochoa, Logroño, 1978, páginas 38-39)

Bibliografía:

  • A. Rey Pastor, «El sismo de la Rioja Baja del 18 de febrero de 1929» en Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural, Tomo XXXI, 1931, (paginas 467 a 474).