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Título: Jota de los quintos de Murillo |
No sé cómo no florece
la escalera de tu casa,
subiéndola quien la sube,
bajándola quien la baja.Con la luna, madre,
con la luna iré,
con el sol no puedo
que me quemaré,
que me quemaré,
que me quemaré,
con la luna, madre,
con la luna iré.A tu puerta llamo puerta,
a tu ventana ventana,
a tu madre jardinera
y a ti rosita temprana.Ya sé que estás en la cama
ya sé que durmiendo no,
ya sé que estarás diciendo
ese que canta es mi amor.Allá va la despedida,
la que echó Cristo en el soto,
la que no tenga marido
que se venga con nosotros.Allá va la despedida
y allá va que va deprisa
tengo los hijos llorando
y la mujer en camisa.
Los quintos de Murillo de Río Leza salían antiguamente a rondar a sus mozas los días de Todos Santos, Reyes y la Inmaculada tocando instrumentos de cuerda. Debido a la gran afición que hubo en Murillo a la música de viento, los quintos sustituyeron las rondas de cuerda por la banda de viento local. En la memoria del pueblo está muy presente el recuerdo de Pío Díaz Olarte, gran compositor, profesor y director de la banda de Murillo. Murillo, en algunos aspectos pueblo moderno, nos sorprende por el apego que tiene a sus tradiciones. Hoy, pese a que ha desaparecido el servicio militar obligatorio, todavía salen los quintos y buena parte del vecindario a rondar por las calles del pueblo. Lo hacen por Todos Santos y Reyes y Carlos Quintana tiene anotadas decenas de coplas que alguna vez ha escuchado a varias quintadas.