Título: La hermana cautiva VI |
El día de los torneos pasé por la morería
y vi lavando a una mora al pie de una fuentecilla.
–Retírate, mora linda, retírate, mora bella
que va a beber mi caballo de este agua cristalina.
–No soy mora, caballero, que soy cristiana cautiva
me cautivaron los moros desde niña chiquitina.
De los brazos de mi padre los moros me arrebataron
de los brazos de mi padre los moros se me llevaron.
–Si quieres venir conmigo aquí en mi caballería.
–Y los pañuelos que lavo, ¿dónde se me secarían?
–Los de seda y los de holanda aquí en mi caballería
y los que no valen nada por la corriente se tiran.
–Y mi honra, caballero, ¿en dónde la dejaría?
–Aquí en la cruz de mi espada que en mi pecho va oprimida–.
Ya andaron montes y valles sin hablar ni una palabra
ya llegaron a un senda la morita suspiraba.
–No suspires, mora linda, no suspires, mora bella.
–¡Cómo no he de suspirar si aquí mis padres vivían!–.
–Padres, me bajen a abrir me abran puertas y balcones
que en vez de traer a una mora traigo aquí a una hermana mía–.
“Hemos hecho comedias, que era una comedianta yo, y me ponía como que lavaba y la otra hacía de todo, de caballero. De muchachas, haciendo comedias”.
El estudio de las «comedias» como medio de transmisión y recreación del romancero es tarea que todavía está por hacer. Parece ser que la teatralización del romance salía de una manera espontánea entre los niños, especialmente entre las chicas de muchos pueblos de nuestro entorno. Así nos lo han contado en Azofra, Neila, Bañares y la propia señora Araceli de Ausejo. Don Manuel de Lecuona observó en Calahorra a un grupo de niñas representando la canción narrativa de Muerta en el baile o Un desdén castigado y escribió al respecto un artículo en la revista Berceo.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.
- Manuel de Lecuona, “Un romance más en Calahorra. Un romance dramatizado en las fuentes del teatro”, en Berceo, revista del I.E.R., Logroño, nº 15, 1950.