Título: Las dos de la mañana |
Serán las dos de la mañana,
ya se va acercando el día,
despiértate, paloma mía,
que tu amante adorándote está
y el que canta en tu ventana
es un ángel muy bonito.
¡Ay, que te traigo, la chinita,
la sirena del amor!
Esta habanera la cantaban en Albelda de Iregua poco después de la guerra civil, época muy poco propicia para cantar por las calles, a expensas siempre de la actitud del alcalde que una vez quiso denunciar a la cuadrilla de Esteban. Eran los tiempos en los que en los bares había carteles que ponían «Prohibido cantar y blasfemar», como si estas dos fueran la misma cosa.