Título: Canción erótico-jocosa III |
-Hermano, ¿qué haría usted con una niña que la encuentra en el bosque?
-Yo la meto en mi casita, dormi dormi dormi, dormi dormidita.
-Hermano, ¿qué haría usted con una niña que la encuentra en el bosque y la mete en su casita?
-Yo le subo la faldita, dormi dormi dormi, dormi dormidita.
-Hermano, ¿qué haría usted con una niña que la encuentra en el bosque, la mete en su casita y la sube la faldita?
-Yo le bajo la bragita, dormi dormi dormi, dormi dormidita.
-Hermano, ¿qué haría usted con una niña que la encuentra en el bosque, la mete en su casita, le sube la faldita y le baja la braguita?
-Yo le echo el primer caliqueño.
-Hermano, ¿qué haría usted con una niña que la encuentra en el bosque, la mete en su casita, le sube la faldita, le baja la braguita, le echa el primer caliqueño, el segundo, el tercero y el cuarto?
-Y el quinto no hay quien se lo eche, dormi dormi dormi, dormi dormidita.
Las parodias de los cantos religiosos han sido frecuentes en cuentos tradicionales y canciones de mozos. En este caso el comienzo parece llamar al hermano de una congregación de frailes que no oculta sus deseos. Seguramente se trataría de los mismos que tenían los mozos de Anguiano y de Cárdenas cuando la cantaban en sus ratos de diversión.