Título: Fórmula para construir silbatos vegetales II |
Suda, suda,
el rabo la mula,
tú sudastes,
tú reventastes.
Los niños de Ojacastro construían flautas de émbolo o de pistón para chiflar con melodías ascendentes y descendentes. Utilizaban una ramita de castaño cortada en primavera, época en la que se puede separar el tallo de la corteza. Con una navaja, a la vez que hacían el agujero sonoro, golpeaban el tallo diciendo eso de «Suda, suda…». Con esta fórmula mágica se ayudaban para separar las dos partes.
La operativa continuaba: un trocito del tallo lo cortaban en bisel para meterlo en la corteza y formar así la embocadura de la flauta; el resto del tallo lo introducían por el mismo lugar que había salido, subiéndolo y bajándolo conseguían un chiflido más agudo o más grave.
De una rama puede extraerse la corteza para hacer dos chiflos.