|
Título: Nana IX |
Ea, la nana, ea, la nana,
duérmete, lucerito de la mañana.
Pajarillo que cantas
junto al almendro,
no despiertes al niño
que está durmiendo,
pajarillo que cantas
en la laguna,
no despiertes al niño
que está en la cuna.
Fuentecilla que manas
junto al almendro,
no despiertes al niño
que está durmiendo.
Ea, la nana, ea, la nana,
duérmete, lucerito de la mañana.
A la nanita, nana, nanita, ea,
duérmete, niña mía, bendita seas.
Las nanas habitualmente eran cantadas por las mujeres pero en este caso era el padre de Rocío quien la llevaba a dormir y le cantaba las nanas que habría cantado su mujer en caso de no estar trabajando. En Alcanadre, pueblo de mucha actividad agrícola, tanto de secano como de regadío, en el tiempo de verano era común trabajar de sol a sol, por lo que hombres y mujeres estaban muy ocupados hasta la noche, momento en el que la peluquera, la madre de Rocío, comenzaba la tarea de lavar, cortar y peinar a las mujeres del pueblo.