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Título: La mujer induce al amante a matar a su mujer e hijos |
Este tipo de canciones narrativas que tanto se prodigaron a finales del siglo XIX y comienzos del XX, de escaso valor literario, transmitían unos hechos que bien pudieron ocurrir, junto con unos valores ultraconservadores.
En la capital de Burgos sabe usted lo que pasó,
que vivía un matrimonio como no lo manda Dios.
Al cabo de algunos tiempos cuando el marido empezó
a poner amor en otra, sabe usted lo que pasó.
Abandona a la mujer y a los hijos que tenía
y todo lo que ganaba a la querida se lo daba.
Cuatro días sin comer la pobre infeliz estaba
y ella, si algo ganaba, a los hijos se lo daba.
La pobre cayó enferma, enfermita en la cama
y para que se muriera vidrio picado le dieron.
La pobre, en la agonía, estas palabras les dijo:
–Solo me importa dejar los hijos de mis entrañas?.
A los tres días de viudo él fue a hablar con la querida,
comunicaron los dos, la querida le decía:
–Si me he de casar contigo has de matar a tus hijos,
has de matar a tus hijos y así viviré tranquila
pues cuando sean mayores tú lo podrás comprender
que me tomarán venganza por matar a tu mujer.
Cogió al hijo de dos años lo encerró en la habitación,
le dio dos puñaladas, le trespasó el corazón.
–Padre de mal corazón, –el hijo mayor le decía–
que hayas matado a mi hermano por irte con la querida?.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.