Riojarchivo

 

Título: Los romeros de Santurdejo se despiden de Valvanera
Clasificación: Romerías
Localidad: Santurdejo
Informantes: Segunda Sierra Sierra (unos 80 años) y María Aransay Villar (6-6-1931)
Contexto: Romería a Valvanera
Recopiladores: Javier Asensio García, Helena Ortiz Viana, Rafael Pascual Elías, Esther Martínez y Salomé y Daniel Martínez Renedo
Lugar y fecha de recogida: Santurdejo, 26 de julio de 2003

 

Los habitantes de Santurdejo, como los de las localidades de La Rioja Alta cercanas a Valvanera -si de cercanía podemos hablar habiendo unos treinta kilómetros de camino- iban en romería desde el pueblo hasta el monasterio. La andadura les llevaba tres días, uno para ir, otro entero para estar con la patrona de La Rioja y otro para regresar.

Los romeros cantaban las canciones que bien recuerda la señora Segunda, la mayoría hacen referencia a la despedida de la Virgen cuando iniciaban el camino de regreso, pero estas canciones bien las podían entonar en cualquier momento del camino, por ejemplo durante la ida al llegar al campo de las Salves. Este era un lugar emblemático para todos los pueblos que acudían en romería a Valvanera enfilando el valle y hayedo de Tobía, después de subir la penosa cuesta llamada Reniega o El Reventón. Ya en la parte alta del monte, cerca del monasterio pero todavía sin atisbarlo, hay un prado ameno al que llaman El campo de la Salve, donde los romeros rezan y cantan celebrando la pronta llegada al santuario mariano.

Rituales y recuerdos de una romería secular que ha dejado huella en cada rincón del paisaje. Cerca de Pazuengos un monte que llaman de Los Dados, lleno de piritas que los romeros solían coger. Y el recuerdo de una leyenda graciosa al pasar por un cantarral donde -dicen- frailes o sacerdotes que iban de paseo se pusieron a discutir y se pegaron con los bonetes porque no tenían cantos con los que pelear.

El pueblo de Santurdejo
te ha venido a visitar
para que le des salud
y mucha felicidad.

Adiós, adiós, María, adiós, María, adiós (estribillo).

Estas puertas son de oro,
las cerrajas son de plata,
danos licencia, señora,
pa volver a nuestra casa.

Aunque La Rioja se empeñe
y el valle de San Millán,
la Virgen de Valvanera
no se saca donde está.

El camarín de la Virgen
alumbra como un lucero
con las velas encendidos
y Nuestra Señora en medio.

La Virgen de Valvanera
ni es comprada ni es vendida,
es bajada de los cielos
y en un roble aparecida.

La Virgen de Valvanera
en su camarín está,
los romeros de Santurdejo
te han venido a visitar.

El pueblo de Santurdejo
te lleva en el corazón,
no nos olvides, Señora,
y danos tu bendición.

No sé cómo despedirme,
María de Valvanera,
ahí te dejo el corazón,
adiós, hasta la primera.