Riojarchivo

 

Título: Al serrano se le derrite el helado
Clasificación: Cuentos
Localidad: Calahorra
Informante: Carmelo Jiménez Jiménez (5-11-1936)
Recopilador: Javier Asensio García
Catalogación: Aarne-Thompson 1339, Alimentos extraños
Lugar y fecha de recogida: Calahorra, 27 de julio de 2002

 

Mira. Cuando vendían vencejos aquí en el Raso, p’atar la mies vendían vencejos que los hacían por áhi por la sierra. Y bajó uno a vender de uno de esos pueblos de arriba, y le dice la mujer:
–O(y)e, ¿por qué no me subes un helao?
–¡Hombre!, no te preocupes, que (y)a te subiré un helao.
Baja al Raso, allí al mercao, pues a vender los vencejos. Pues en que vendió los vencejos:
–¡Mecagüen!, que mh’ancargao la mujer un helao, vo(y)a comprarle a la mujer un helao.
Y fue a la heladería de la esquina y:
–Deme un helao.
–¿De cuánto?
–De tanto.
Cuando lo cogió en la mano dice:
–Pero bueno, ¡dónde me lo meto yo! Bueno, pues pa que esté a la sombra aquí.
En aquellas fajas negras que llevaban arrodiadas a la cintura, se lo mete en la faja. ¡Bah!, ¡más contento! Se monta en el borrico, pon, pon, pon, al pueblo. Llega al pueblo:
–¡Muchacha!
Baja la mujer enseguida, a la puerta.
–Oye, ¿m’has tráido el helao?
–Sí, ¡macagüendiez!, ¡hombre, cómo no me voy acordar del helao!
Se quita la faja así:
–¡cágüendio, si será marrano, que s’ha meao y s’háido!
¡S’había regalao y se había marchao! Eso le pasó a uno de esos pueblos de la sierra.

Publicado en:

  • Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.