Este es sin duda el cuento de miedo más difundido en España. Con él se aterrorizaba a los niños, sobre todo cuando al final, con la asadura del muerto alcanzando la altura de la habitación de los niños, el narrador, siempre adulto, lo terminaba con un grito.

–María, ría, ría,
dame la asadura que me robaste de mi santa sepoltura.
–¿Quién será?
–Déjala, madre, que él marchará.
–No me voy, que estoy en la primera escalera.

Bibliografía:

• Julio Camarena Laucirica y Maxime Chevalier, Catálogo tipológico del cuento folklórico español. Cuentos maravillosos, Gredos, Madrid, 1995.
• Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.