Riojarchivo

 

Título: La Loba Parda X
Clasificación: Romancero
Localidad: Canales de la Sierra
Informante: Apolonia García Pérez (5-2-1924)
Recopiladores: Javier Asensio García y Helena Ortíz Viana
Lugar y fecha de recogida: Canales de la Sierra, 2 de septiembre de 2017
Catalogación: IGRH 0235
OTIT: La loba y los perros

 

Estando de pastorcito      calzándome las albarcas,
vi venir siete lobitos      todos siete a mi majada,
echando a suertes venían      mirando a quien le tocaba,
le tocó a una pobre loba      que era un poco pelicana,
hija de una loba negra,      nieta de una loba parda,
dio tres vueltas a la rede      y no pudo sacar nada,
a eso de las cuatro y media      sacó una cordera blanca,
hija de una oveja negra,      nieta de una oveja parda
pero al subir el repecho      quedó la loba privada:
–Tenga el pastor su cordera      sana y buena como estaba.
–Yo no quiero la cordera      de tus dientes mascullada,
lo que quiero es tu pelliza      para hacerme una zamarra
pa recoger el agosto      si la cosecha no marra.
–Si la cosecha no marra      tú serás mi mayoral,
te buscaré un rochanillo      que te sirva de zagal,
el zagal aquí lo tienes,      mayoral de la cabaña,
vamos a tratar de ajustes      antes de que llegue a mañana.
–Para yo tratar de ajustes      es menester que tú vayas
a guardarme las ovejas      tres meses con tres semanas–.
Estando en estas palabras      se oye un ruido en la cabaña,
vieron que venía el amo      a caballo con su dama.
–Buenos días, mayoral.      –Buenos días tenga, mi amo,
si usted no nos da buen pan      San Pedro haremos y entramos,
el aceite por el suelo      nos lo mandan los alanos,
el pan que nos dan ahora      parece hecho de marranos–.
Y a la entrada de aquel santo templo      manojo de para (?)
una estrella tan resplandeciente      que a los marineros guiando les va,
vamos a volver      no queremos las ramas de olivo,
hojas de romero y hojas de laurel.

Interesantísima versión de esta Loba Parda que nos deja muchos interrogantes. La primera curiosidad es la ausencia del encuentro de la loba con los perros, en este caso parece que quien persigue a la loba es el propio pastor. Cuando llega la escena final en la que el pastor -en lugar de los perros- le dice a la loba que no le interesa la cordera robada, aparece un nuevo personaje, seguramente un viejo mayoral, que habla con el pastor para convencerle de que sea el nuevo encargado del rebaño del amo. Se nos presentan así unos versos distintos al del romance de la loba aunque claramente de temática pastoril en los que se tratan de ajustar las condiciones y la soldada del nuevo trabajo.

Para encontrar versos similares y lugares donde al joven ayudante de la pastoría se le llame rochano o ruchanillo nos hemos de ir hasta las provincias de Madrid, Guadalajara y Cuenca. En ellas se cantan en torno a la Navidad los versos que llaman de El Borrego, nombre que dan a la costumbre de salir los pastores de ronda por las calles de los pueblos acompañados de zambomba, panderetas y otras percusiones.

Si teníamos duda del origen navideño de esta versión de la Loba Parda ahí están los versos finales, claramente un villancico. Así pues, este romance o bien se cantó en Canales de la Sierra en alguna pastorada navideña que nadie recuerda o proviene de algún lugar donde romance y villancico se cantaban conjuntamente, con bastante seguridad de una de las tres provincias citadas.

Bibliografía:

  • Jose Manuel Fraile, «Apuntes sobre la ocasionalidad en el romancero tradicional moderno» en El romancero y la copla: formas de oralidad entre dos mundos (España-Argentina) , coord. por Virtudes Atero Burgos, Universidad de Cádiz, 1996, páginas 45-68.