Título: La mujer bebe vino a escondidas |
La mujer aprovecha la ausencia del marido para beber vino de la tinaja y va echando piedras que hacen subir el nivel del líquido. Para no ser descubierta hace creer al marido que la aparición de las piedras es fruto de la maldición de un ánima en pena por ir a pescar el día de Todos Santos:
Pescador que pescas el día de Todos Santos,
que la cuba de vino se te convierta en cantos.
Cuento de difícil hallazgo pero de honda raigambre tradicional. En el año 1936 lo recogió Aurelio Macedonio Espinosa en la localidad segoviana de Nava de la Asunción. Apenas tenemos más referencias del mismo. Contiene motivos folklóricos muy viejos: las piedras que ocupan el volumen de vino desalojado, motivo presente en la fabulística griega; la mujer que aprovecha la ausencia del marido para beber (Cf.: Aarne-Thompson 1373A); la esposa que se hace pasar por fantasma para asustar al marido (Aarne-Thompson 1405); el ánima en pena y la prohibición de trabajar el día de Todos Santos.
Mari Carmen Ezquerro contando el cuento de la mujer que bebía el vino a escondidas a los alumnos del instituto de Pradejón.
Referencias:
- Aurelio Macedonio Espinosa (hijo), Cuentos populares de Castilla y León, Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, Madrid, 1996.