Título: La posada de los naipes |
La informante recuerda este juego aprendido en su infancia que representa un cuento con las cartas de la baraja a la vez que se hace un pequeño truco para que las figuras se recompongan al final.
El argumento es que llegan a una posada cuatro señoritas representadas por las sotas –en la tradición oral de los naipes las sotas siempre rondan la figura de la prostituta o la mujer fácil– y se acuesta cada una en una habitación; al cabo de un rato llegan cuatro caballeros y el dueño de la posada les dice que no hay sitio pero los caballeros se enteran que están las señoritas y deciden dormir encima de ellas; luego llegan los reyes y los ases y hacen lo propio de tal manera que cada habitación se convierte en un desmadre de gente.
El dueño de la posada decide poner orden y mete en una habitación a las cuatro señoritas juntas, en otra a los caballeros, en otra a los reyes y en otra a los ases.
Bibliografía:
- Carlos González Sanz, «La sota tuna. Los naipes como procedimiento de creación literaria y representación del caos» en Temas de Antropología aragonesa, nº 9, Zaragoza, 1999, páginas 15-38.