Título: La sepultura divina II |
¡Válgame los doce apóstoles al entrar en esta cama!,
las once mil vírgenes y la bendita Santa Ana,
San Pedro tiene las llaves, San Miguel pesa las almas
y el que esta oración dijera hay indulgencia ganada.
Como me echo en esta cama me han de echar en la güesera,
como me cubro de ropa me han de cubrir con la tierra.
Oh, sepultura divina, qué olvidada te tengo,
cuántos hombres y mujeres se acuestan sanos y buenos
y a la mañana amanecen muertos y sepultados en ellos,
no quieras, ¡oh, buen Jesús!, que sea yo uno de ellos,
que me dejes confesar para subir a los cielos.
Señor mío Jesucristo, dueño de mi corazón,
ya sabes mis culpas, ya sabes cuántas son,
echadme la penitencia, echadme la bendición
por si esta noche me muero me sirva de confesión.