Pim, pim, pim,
zarramacatín,
debajo la cama
está Martín,
tocando la gaita
y el tamboril,
sale una coneja
con sus sabanejas,
sabaneja real,
vete a por sal,
sal del truco,
truco de avellanas,
cabras al monte,
alza la patita y ponte.

«Lo aprendí de mi abuela Emilia»

Esta retahíla infantil ha sido muy utilizada como juego para entretener a los niños más pequeños. Ellos extienden sus manitas sobre la mesa y el que canta la retahíla va tocando sus dedos al ritmo de la canción.

También se ha utilizado para rifar o donar en los juegos de calle, para determinar quién tenía la suerte de iniciar el juego, o quién no podía estar en él.

Bibliografía:

• Ana Pelegrín, Cada cual atienda su juego, Anaya, 2008.