Riojarchivo

 

Título: El reinao de Hormilleja
Clasificación: Testimonios etnográficos, carnaval
Localidad: Hormilleja
Informantes: Juan José Martín y Gerardo Bezares
Recopilador: Diego Sacristán Guerra (Programa A vivir La Rioja, en Radio Rioja – Cadena SER)
Lugar y fecha de recogida: Logroño, 30 de abril de 2021

 
Los mocetes de Hormilleja se organizaban en una pequeña soldadesca con su rey, alférez, cestero primero, cestero segundo y soldadito para salir por las calles del pueblo exigiendo en nombre de su rey alimentos para celebrar la fiesta del reinado con una merienda. Lo hacían el día de Jueves Lardero. La costumbre venía de antiguo pero se perdió en la década de los años sesenta del siglo pasado por la emigración a las capitales y grandes ciudades. Afortunadamente la Asociación cultural y juvenil de Hormilleja decidió recuperarla y lo hizo el sábado de carnaval del año 2006.

Los mayores, Gerardo Bezares y Amós Salvador, recordaban y tenían anotados los textos petitorios que cada personaje de la cuadrilla debía proclamar en las puertas de las casas de los vecinos:

Rey (con espada):

Yo soy el rey, señores,
hijo de gran caballero
que con mis tropas vengo
a gobernar este pueblo.
Gobernaos, hijos míos, que por medio de la contribución cobraremos mil docenas de huevos y una jarra de vino. Adiós, hasta el año que viene, que éste se ha pasado pronto.

El alférez (al lado del rey):

Yo soy alférez, señores,
hijo de la Real Armada,
vengo a servir al rey
gobernando mi batalla.
Caminando para Francia
nos quitaron el dinero
con el poco que nos quedó
compramos un gallo negro
el cual tenía la tacha
y se nos venía muriendo
lo visitaron los médicos
cirujanos y barberos
nos dijeron que no tenía remedio.
La misericordia de Dios
para enterrar a los muertos.

Cestero primero:

Soy el cestero primero,
Campañoso,
por lo claro que tengo
el oficio pachorro
que por eso me lo han dado.
Si se cae la cesta
adiós cesta, adiós huevos
y adiós oficio de diablo.

Cestero segundo:

Soy el cestero segundo
el soldado más valiente
hijo de Isabel II
aquí me tenéis presente
he prestado mi conciencia
de no ser nunca goloso
y soy capaz de comerme
las pezuñas de un raposo.

El soldadito valiente:

Soy el apuntador, señores,
el soldadito más valiente
que si me dan un choricito
me lo echo al diente.

Los de Hormilleja atribuyen la letra del robo del dinero “Caminando para Francia / nos quitaron el dinero / con el poco que nos quedó / compramos un gallo negro” a un hecho real ocurrido durante la guerra de la Independencia cuando los hormillejanos fueron obligados a llevar dinero y víveres a Francia. Pero tenemos que decir que en Gordejuela, en la comarca vizcaína de Las Encartaciones, una cuadrilla de carnaval pide por las calles chorizos, huevos y tocino con unos versos prácticamente idénticos:

Caminamos para Francia,
de Francia para Toledo,
nos salieron cien ladrones
nos robaron el dinero.
Con lo poco que nos dejaron
compramos un gallo negro.
Este gallo tiene una tacha
y se nos viene muriendo.
Ya lo ha visto el cirujano,
también el señor barbero,
todos dicen que no es nada
y el gallo se viene muriendo.
Alto, alto, capitán,
con la bandera en la mano,
alto, alto, mi señor,
procurad de darnos algo,
que si no las gallinitas
se irán descabezando.
Este gallo escarbador
de trigo y cebada ajena,
ha de morir traidor
entre niños de la escuela.

Versión recogida en Gordejuela y similar a otros pueblos circundantes.

(Emilio Xabier Dueñas, «Condicionamiento festivo y tradición de danza. Estructura y celebración en Lanestosa» en Fronteras y Puentes Culturales. Danza Tradicional e identidad social, Kepa Fdez. de Larrinoa (coord.), Pamiela, Pamplona, 1998, páginas 137-138)

 

El reinado de Hormilleja. Fotografía de la web de la Cadena Ser https://cadenaser.com/emisora/2021/04/30/radio_rioja/1619775065_169854.html

Un paralelo riojano:

En La Rioja quedan recuerdos de un reinado análogo aunque protagonizado por mozos y no por niños. Las aldeas de Ojacastro hasta finales del siglo XIX se organizaban en dos cuadrillas llamadas Arrupia y Garay. Cada una de ellas nombraba a un rey, un banderista y un montañero:

“Los días 1 y 6 de enero y el 25 de diciembre, llegaban los nombrados al Ayuntamiento de la villa, a caballo, con la particularidad de que el del banderista había de ser blanco…
A la hora de misa salía el rey delante de la Corporación en comunidad y todos se sentaban por ese orden en el banco municipal. En el ofertorio el rey iba el primero a ofrecer, siguiendo la costumbre que hemos dicho y que aún perdura en algún pueblo serrano. Terminada la misa, el Ayuntamiento obsequiaba al rey y a sus acompañantes con vino compuesto y éste ofrecía al Concejo una gallina. Terminados los actos, el Ayuntamiento despedía al rey en la vieja iglesia de la Antigua, cuando correspondía a la cuadrilla de Arrupia, y en los portales de la plaza, cuando era de la de Garay.”

(José Joaquín Bautista Merino Urrutia, El río Oja y su comarca, Diputación de Logroño, 1968, página 286.)

El origen remoto: La fiesta del rey pájaro medieval

Durante la Edad Media existía la costumbre en gran parte de Europa de nombrar un rey pájaro entre la juventud. Los mozos de cada localidad salían al campo, muchas veces a las dehesas comunitarias, y el primero que cazara un pájaro era proclamado rey. En Europa el avecilla sacrificada y luego paseada como un trofeo solía ser un reyezuelo, regulus regulus, un pájaro muy apropiado pues las listas de colores que destacan en su cabeza semejan un rey con su corona. Sin embargo en España, quizás por ser el reyezuelo un pájaro poco abundante, eran cazados los petirrojos. Al rey pájaro lo vestían con capa, su corte particular lo paseaba en andas y exigían al vecindario el pago de un impuesto para el mantenimiento de esta fiesta juvenil de un solo día. La costumbre era ley y hubo muchos pleitos pues los mozos organizados no temblaban a la hora de pedir su dádiva no solo entre el vecindario sino también a la nobleza local, los terratenientes, la Iglesia y los monasterios cercanos.

 

Oxford, Bodleian Library MS. Bodl. 264: https://digital.bodleian.ox.ac.uk/objects/ae9f6cca-ae5c-4149-8fe4-95e6eca1f73c/
El rey pájaro. Miniatura datada en la actual Bélgica entre 1338-1344. Dos mozos solteros llevan sobre una vara al rey de gallos, seguido de un improvisado heraldo con un pendón.

 

Oxford, Bodleian Library MS. Bodl. 264: https://digital.bodleian.ox.ac.uk/objects/ae9f6cca-ae5c-4149-8fe4-95e6eca1f73c/
El rey pájaro coronado y vestido por sus lacayos con la capa real.

La fiesta del rey pájaro estuvo muy vigente en la España medieval desde La Rioja hasta el Mediterráneo, siendo las primeras referencias de tal fiesta en Clavijo (1219); y con otros nombres como “ludo regis” (Alberite, 1298-1299), “rey Páxaro” (Ausejo y el Monasterio de Fitero, 1348), “rey pasariello” (Trasmoz y el monasterio de Santa María de Veruela, 1355), rey pájaro (Magallón y el monasterio de Santa María de Veruela, 1368), “rey Moxón” (Culla, 1400), «joch o solaz del rey pássero» y «fiesta del rey Pàxaro» (Valencia, 1403), rey Moro y rey Pàxero (s. XV, Elche y Catral); “reyes Páxeros” y “rey Pàtxero” (Gandia, 1435 y 1445); “el joch que hacen del rey Pasar” (Oriola, 1443), “reys” (Matute y Tobía y el monasterio de Valvanera, 1445), etcétera.

De la antigua celebración del rey pájaro apenas queda presencia en la tradición actual, tan solo en Biar (Alicante) donde todavía se celebra una fiesta con tal nombre en torno al 17 de enero, San Antonio Abad. El rey pájaro se pasea por el pueblo montado a caballo acompañado de dos bufones bailando al son de las dulzainas; al día siguiente recorrerá el pueblo pidiendo donativos a los vecinos.

Del rey pájaro medieval a los reyes y alcaldes de mozos 

Ya en la Edad Media la fiesta se fue despojando de los componentes avícolas como la caza del pájaro y el adornar al rey con sus plumas para quedarse simplemente en la elección de un rey entre los mozos. Alrededor de estos reyes de mozos surgió un costumbrismo y un folklore musical específico.

Perduran con cierta vigencia los reinados en el Maestrazgo turolense, en el occidente soriano y en las provincias de Burgos y León. Sus rituales de elección de rey y demás cargos están muy protocolizados. La fiesta suele celebrarse en la época invernal y también están muy protocolizados los rituales del baile comunitario y las rondas petitorias.

En Navarra la costumbre del reinado pervive en algunos valles y está asociada al mundo infantil durante la Navidad.

El último paso evolutivo de la fiesta del rey pájaro y de los reinados de mozos es su conversión en sociedades de mozos bajo la autoridad de un alcalde de mozos. Las costumbres del mocerío han evolucionado a lo largo de los siglos aunque se mantienen como rito de paso de la adolescencia a la mocedad. Pese a ello, muchos rituales de las sociedades de mozos del medio rural con su alcalde al frente mantienen el mismo espíritu y algunas costumbres similares a la primigenia fiesta del rey pájaro.

Bibliografía:

Sobre la fiesta del rey pájaro en La Rioja:

  • Pedro Pérez Carazo, «Edad Media» en Historia de la ciudad de Arnedo, Minerva Sáez Rodríguez (coordinadora), I.E.R., Logroño, 2014, página 257.
  • Pedro Pérez Carazo, Santa María de Herce y su abadengo en la Edad Media, Universidad de La Rioja – I.E.R., Logroño, 2008, páginas 629 – 630.

Sobre la fiesta del rey pájaro en España:

  • Ernesto García Fernández, “La fiesta del Rey Pájaro de Elvillar de Álava…”, en Fco. Javier Gutiérrez et al, Celebración del 350 aniversario del Villazgo de Elvillar 1667-2017, Diputación de Álava, Vitoria, 2019.
  • Raúl Sanchís Francés, La dansa metafòrica en la festa valenciana, tomo I, tesis doctoral, publicación digital, Universitat Rovira i Virgili, Tarragona, 2019, página 507-509.
  • Roberto Tola Tola, «Las Obisparras en Aliste (Zamora): la celebración del «Pajarico» en Villarino Tras la Sierra a través de una descripción del siglo XVI» en Revista de Folklore, número 395 – Enero de 2015, Fundación Joaquín Díaz, Urueña (Valladolid) , páginas 4-5.

La fiesta del rey pájaro en Europa:

  • James George Frazer, La Rama Dorada. Magia y religión, Fondo de Cultura Económica, México, 1951, 1ª ed. en inglés en 1890, páginas 605-608.

Sobre la elección de reyes en las sociedades de mozos en España:

  • Julio Caro Baroja, El Carnaval. Análisis Histórico-Cultural, Ed. Taurus, Madrid, 1985, página 339 y ss..

Sobre los reyes de las cuadrillas de Arrupia y Garay en las aldeas de Ojacastro:

  • José Joaquín Bautista Merino Urrutia, El río Oja y su comarca, Diputación de Logroño, 1968, página 286.

Sobre los reinados infantiles en Navarra:

  • José María Jimeno Jurío, Folklore de Navidad, Navarra, temas de cultura popular, nº 121, Pamplona, 1979, página 29.

Sobre la fiesta del reinao en Aragón:

  • Carolina Ibor Monesma, El reinao de Miravete de la Sierra (Teruel) 1999-2019, Asociación cultural de Miravete de la Sierra, Teruel, 2019.
  • María del Carmen García Herrero, «Asociaciones de jóvenes en el mundo rural aragonés de la Baja Edad Media» en revista En la España Medieval, nº 35, páginas 35-73, Universidad Complutense, Madrid, 2012.

Sobre el reinado en el occidente soriano y sus rondas navideñas:

  • David Álvarez Cárcamo, «La recopilación de la tradición oral soriana » en Los paisajes de la voz. Literatura oral e investigaciones de campo (David Mañero y D. González, coord.), Boletín de Literatura Oral, Universidad de Jaén, 2017, páginas 400-401.

Lugares de España que tienen o tuvieron reinados de mozos:

  • Oscar J. González Fernández, Mascaradas de la Península Ibérica, edición del autor, Oviedo, 2020, página 676.