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Título: Por Sebastián, las cinco en el olivo dan
Clasificación: Refranes, paremias
Localidad: Arnedillo
Informante: Oscar Moreno Moreno (8-1-1963)
Recopiladores: Helena Ortiz Viana, Javier Asensio García
Lugar y fecha de recogida: Herce, 15 de abril de 2018

 

Por Sebastián,
las cinco en el olivo dan.

El que coge la oliva antes de enero
deja el aceite en el madero.

Magnígicas paremias relacionadas con el calendario agrícola las que hemos recogido sobre el cultivo de la oliva en Arnedillo. Estos refranes solo tienen sentido en lugares en que el olivo se cultiva en altitud, tal es el caso de Arnedillo. Más al sur, en las sierras del Sistema Ibérico, ya no se da ese fruto. En esas condiciones de altitud y temperaturas más bajas, el fruto va más tardío que en la Ribera del Ebro.

Los informantes nos recuerdan que por tradición la oliva se ha recogido en Arnedillo hacia finales de enero. San Sebastián, que es el día veinte de ese mes, cogía a los agricultores del Alto Cidacos en labores de recolección. A esa altura del año, poco menos de un mes después del solsticio de invierno, ya empezaba a notarse que el sol se ponía más tarde. A las cinco de la tarde ya hay algo de claridad en el cielo lo que permitía a los olivareros terminar sus labores de colecta.

Los viejos refranes siguen dando la razón a los usos tradicionales pues ahora los trujales situados en localidades de más baja altitud, obligan a los agricultores a llevar la oliva en el mes de diciembre, casi en verde para los que la cultivan en tierras más altas. Para ellos sería mucho mejor cosechar como lo hacían sus abuelos, en el mes de enero y aun febrero. Año tras año comprueban que el refranero les da la razón: El que coge la oliva antes de enero deja el aceite en el madero.

Bibliografía:

  • Miguel Correas Martínez, José Enrique Gargallo Gil, Calendario romance de refranes, Universidad de Barcelona, 2003.
  • Miguel Correas Martínez, José Enrique Gargallo Gil, “Ya entra el sol por las umbrías. Altura y proyección del sol en el calendario romance de refranes” en Paremia, nº. 11, Instituto Cervantes, Madrid, 2002, págs. 21-30.